Tras las huellas de Carlo Guzzi

Hace 100 años proyectó una moto nueva con las características de estabilidad, tecnología, funcionalidad y conveniencia.
Carlo era el hijo de una rica familia milanesa. Su padre enseñaba en el Politécnico de Milán, su hermano “Naco” diseñó los hangares de la empresa y colaboró con Carlo para algunas motos, entre las que había la Norge. Sus hermanas eran muy deportivas y Fanny tenía la pasión para la moto.

Cuando era joven, Carlo Guzzi pasaba sus vacaciones en Mandello, yendo en su tiempo libre al taller de Giorgio Ripamonti. Con los 20 ya había motorizado a su bicicleta.
Durante la Primera guerra mundial conoció a dos pilotos de avión: Giorgio Parodi y Giovanni Ravelli. Ellos compartían el sueño de abrir una industria de motos. Al final de la guerra, Carlo construyó la primera estructura para una moto y Giorgio Parodi convenció a su padre para que le financiara el proyecto. Ravelli murió en un accidente de avión: así el águila de la Aviación se convirtió en el símbolo de la Moto Guzzi.

El 15 de marzo de 1921 se instituyó la Sociedad Anonima Moto Guzzi, con sede en Mandello del Lario, cerca de casa Guzzi. En 1921 se produjeron 17 motos, de color verde. Carlo decidió participar en las carreras y en septiembre de 1921 una Guzzi ganó la celebre “Targa Florio”. Después de 100 años desde la fundación, las ideas y el espíritu de Carlo Guzzi siguen existiendo y se actualizan en los nuevos modeles, apreciados en todo el mundo.

Se resume en 3 palabras: originalidad, practicidad, experimentación. El proyecto para una nueva moto nacía en la mesa de dibujo o en un Block notes con lineas y cálculos, pero empezaba en el taller, donde se resolvían los problemas prácticos.
Guzzi era un proyectista y un técnico muy experto, un gran planificador, con un fuerte espíritu de observación, atento en su trabajo, preciso y minucioso, con ideas geniales y intuiciones brillantes. Tenía un talento para la gestión y daba encargos a las personas correctas.
Gran conocedor de motores, materiales y gasolinas, Carlo siempre quería evaluar los proyectos y sus motos se probaban en diferentes situaciones. Siempre estaba presente en los varios departamentos, compartiendo momentos de trabajo con los obreros.
Era un hombre concreto, reservado, de pocas palabras, no le gustaban ni las ceremonias oficiales ni la notoriedad. Amaba cazar, esquiar y la fotografía y no no podía resistir al encanto de las mujeres hermosas.

Desde 2011 acoge a los motociclistas y turistas en la plaza del Ayuntamiento de Mandello.
Carlo Guzzi tiene un cronòmetro en sus manos; vestido de estilo inglés, con su gorro, está dirigido hacìa el piloto que está empezando la carrera y a quien posa para una foto de recuerdo.

En la Calle Parodi 51, muestra las imágenes de Carlo Guzzi cuando era joven, con sus amigos, sus perros, los pilotos, los colaboradores, en los garajes durante una carrera, en una pista o en el Túnel del viento. Texto y fotos recuerdan al hombre que cambió Mandello con sus ideas.

En Mandello del Lario hay un itinerario completamente urbano, que se puede hacer andando, de una duración de 30-45 minutos que hace descubrir los lugares donde Carlo Guzzi vivió e ideó su moto, además de aquellos donde ya es recordado. Se marcará con una línea verde y puntos de
información.

TOUR VIRTUAL

Tour virtual en los lugares más significativos para carlo guzzi